La obra de Pintado, a través de un motivo central, un arcano, un símbolo, o la representación de un mito, nos lleva a una profunda eternidad. Sus texturas, uso de oro, plata y contrastes de materia-forma convierten su pintura en una visión existencial que se conforma en los más recónditos escondrijos de nuestro yo - inmortal -.